La deuda nacional de Estados Unidos está en camino de establecer un nuevo récord que no se ha tocado desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Suponiendo que las políticas actuales sigan en vigor, la deuda en Estados Unidos será mayor que su economía para 2021.
La Oficina de Presupuesto del Congreso también predijo que, a diferencia de la Segunda Guerra Mundial, la deuda continuaría aumentando en el futuro previsible. Las predicciones actuales sugieren que será el 109% de la economía total para 2030.

La estadística refleja la política de gasto actual del gobierno del país norteamericano. A raíz de la crisis de COVID-19 en 2020, los desembolsos federales fueron más del 32% del PIB, mientras que los ingresos fueron solo del 16%.
Si bien estas estadísticas probablemente se normalizarán en los próximos años, el desembolso sustancial en 2020 actuaría como una suma impagable, manteniendo alta la deuda. Después de la Segunda Guerra Mundial, la deuda se pagó al 50% del PIB en una década.
Curiosamente, aunque estas estadísticas parecen aterradoras, el Congreso continúa debatiendo otro proyecto de ley de estímulo masivo. Los demócratas han bloqueado la oferta republicana de 1 billón de dólares, calificando que no es suficiente, y en su lugar buscan 3 billones de dólares.
Las opiniones sobre la eficacia del estímulo varían ampliamente. El mercado de valores ha aumentado drásticamente, recuperando a finales de agosto sus niveles anteriores a la pandemia del COVID-19.
Sin embargo, el dólar ha experimentado una pérdida de fuerza en el extranjero, y otras naciones se han alejado de la moneda de reserva estándar. La reciente estabilidad en el valor de la moneda estadounidense podría desmentir una base más débil. Además, un dólar más débil simplemente reduce el PIB, lo que hace que la disparidad sea aún mayor.
Las acciones del gobierno de los Estados Unidos para evitar el colapso económico durante la crisis de COVID-19 han fortalecido las manos de los fieles a Bitcoin. El famoso titular de noticias incrustado de Satoshi Nakamoto sobre el colapso bancario sugiere que este análisis podría ser acertado.
Aún se desconoce el momento de la crisis fiscal, pero los analistas siguen preocupados por el entorno del gasto.